Tuesday, August 29, 2006

20 estampas de odio poselectoral



Las historias que aquí se narran son reales. Nada es producto de la fantasía. Y quizás algunas de ellas podrían pasar a formar parte de algún tratado del rencor. Pero así es el México poselectoral: un país encontrado, dividido, en el que el odio y la intolerancia se han apoderado del alma de millones de mexicanos. Un país en el que la tolerancia cada día pierde más terreno, donde el respeto a la diferencia se extingue y donde la sinrazón eleva a cada momento su trono. El desprecio anida incluso entre amigos, familiares, vecinos y engendra un huevo de serpiente que en algún momento podría reventar.


Por Pedro Díaz G.


I Los cuatro mil pesos que gana Gabriela Fernández cada mes en la empresa de síntesis de información no le alcanzaban para mantener su propio ritmo de vida. Las cosas se complicaron ahora que tuvo un hijo. Madre soltera, debe asistir a su trabajo todas las mañanas acompañada de paquetes inusuales. En ellos transporta un día gelatinas y flanes, otro día los catálogos de lencería; otro más dulces y chocolates. Los vende entre sus compañeros, que la miran absortos. Pero hay que escucharla hablar de política. La dulzura de su rostro se transforma; sube el tono de la voz, y en sus palabras sólo existe la negación total, sin cortapisas; las ganas de aniquilar al rival. El enojo y la necedad. “Nooo --dice indignada-- no entiendo qué pretende ese pinche viejo del López Obrador. ¡Ya! Pinche viejo, que admita que perdió, que se vaya a su casa. ¡Que se calle! Porque o se cansa el desgraciado o cansa a la gente que lo sigue. Eso sí, entiéndanlo, con él nos va a ir muy mal; pero muy mal…”


II Existe un foro abierto en las mismas filas del panismo. En la página www.felipe-calderon.org, un inciso abierto por Mujeres con Felipe ofrece un “espacio para que expreses tus comentarios sobre Felipe Calderón. La campaña, su trayectoria, su propuesta y en general, sobre cualquier tema que te interese. Todos tus comentarios son bienvenidos”. Piden se escriba lo que de él piensan los mexicanos. Y muy pronto se inundó de mensajes de mala leche, rencor, resentimiento, repugnancia e inquina contra el panista. Una de las cartas, escritas el 8 de agosto de 2006 por la persona que se identifica como Saúl, dice: “La revolución no será televisada. Estamos listos para romperte la madre, Calderón (mentada)… Ugalde te vamos a corregir de un buen chingadazo esa puta vista toda desorbitada, quizás sea el factor por el cual no contastes bien los votos…Abascal (mentada), recuerdas cuando sembrabas el miedo y el kaos cuando eras joven, tú y el puto yunque se los va cargar la chingada. La revolución no será televisada. No te hará ganar premios y gastar en pendejadas para bajar de peso. Pero tampoco veremos al… de Calderón y a su… esposa siguiendo los pendejos viajes de Fox, convirtiendo la política exterior en picnics de la… de Martita, porque estaremos ocupados pateándote el… La revolución no será televisada”.

III.-Teresa Flores cayó de la escalera de su edificio, en la calle de Yácatas, colonia Narvarte, en el DF, durante los primeros días de este año. Uno de sus vecinos, Daniel Sánchez, fue acaso el único que se preocupó por su salud. Cada vez que se requería, él, solícito, acudía a su llamado ya fuese para ir al supermercado a comprarle la despensa, ya para ayudarla en lo que se le ofreciera. La convivencia los hizo amigos. Cuando ella necesitaba acudir al doctor, Daniel la acompañaba y muchas veces le ayudó a subir los dos pisos hasta su departamento, cargándola, entregado el hombre a las causas de la buena vecindad. Pero hace una semana ella lo encaró en plena calle. Su mirada tenía un brillo inocultable de odio, rabia y repulsión. Furiosa, la anciana le increpó: “¡Ah. Ya me enteré que andas apoyando a López Obrador. Óyelo bien Daniel, nunca, pero nunca más quiero que me dirijas la palabra! Yo voté por Felipe Calderón y nunca pensé que tú estuvieses con los perredistas. Jamás quiero volver a hablar contigo. Jamás, ¿me escuchas?..” Él no se quedó con las ganas y también fue visceral. “Eso me pasa por acomedido. Pero para mí esa mujer que se vaya a la chingada. Por panista..."

IV.- Sucedió en los foros de Yahoo.com. El 28 de julio de 2006, un personaje con el nick de El Pelos, lanzó la siguiente pregunta:

--¿Quien odia al Obrador?

Varios respondieron, de inmediato:

Kiss apuntó:

*Hasta su mamá si estuviera viva lo odiaría (si es que la tuvo), es un pinche pelagatos ovejero que no hace otra cosa más que joder y dar lastima a toda la gente pensante (excluyo a todos los limosneros acarreados vagos sin cerebro y huevones los hijos de su chingada madre que van a sus manifestaciones). Abajo los pejendejos y sus compinches.

Una joven con el apodo Chiripada, tecleó:

*Yo lo odio, ya chole con sus jaladas, que se dedique a hacer algo productivo para el país, o sea que se vaya a su casa y se consiga novia y sea feliz, por que nada más con ver la bola de acarreados uno se da cuenta que clase de gente está con él.

Y Kerjac soltó veneno:

*Yo no lo odio... creo que sí, sí lo odio y acepto la culpa pero este tipo está diseñado para ser odiado. Insulta mi intelecto, se me revuelven las tripas cuando lo escucho hablar en sus discursos huecos y llenos de tanta mierda.

V.- El 31 de julio de 2006 una persona con apodo Luna, mostró su inconformidad en el foro del PAN: “Por más dinero que le metan a su puta campaña del miedo no resistirá, el pueblo está de pie

esperando cualquier cosa. Después de que poco a poco se está saliendo la mierda que metió Fox, PAN, CCE, etcétera, al proceso electoral y lo que falta, todos los mexicanos exigimos que limpien el proceso electoral del 2 de julio. Sólo una derecha radical antidemocrática no le importa correr los riesgos al imponerse de manera ilegitima a un proceso fraudulento y cínico. Esta clarísimo cuál es un peligro para México, esa derecha que ha secuestrado la democracia donde el único interés está en un puñado de pendejos, que no toman en cuenta y ni les interesa la opinión de los mexicanos. Felipe, no tienes moral, queda claro que eres un pobre títere donde no eres capaz de tomar tus propias decisiones. Si dices que ganaste compruébalo, no te ampares en las instituciones. Sé un poco responsable, sabemos que tu intolerancia y el escaso conocimiento de la realidad mexicana es la que te lleva a ser demasiado pendejo pero hazlo por tus hijos, si tienes dignidad.

VI.- Jorge Olazábal Mendienta, vecino de Villa Coapa, regresaba del norte del país a la capital mexicana, vía aérea. Cuando el avión de Mexicana sobrevolaba el poniente de la capital, se logró ver el plantón sobre Reforma. De inmediato, se sintió en el ambiente un rechazo. Comenzaron entonces los comentarios obligados. Del qué bárbaros se pasó al no tienen madre. Del eso no se hace al mátenlos a todos. “Unas personas empezaron a vociferar y a decir que debían de quitarlos por la fuerza. Y que porqué le hacían eso a la ciudad. Otros pasajeros estábamos a favor de este medio de manifestación, pero algunos de los que ya por entonces defendían arbitrariamente a Calderón y al IFE empezaron a agredir a quienes abogamos por el recuento de todos los votos. Yo solamente quiero decir que el no tener dinero ni medios de comunicación obliga a la gente a usar las calles, de lo contrario nadie les haría caso”. Casi se llegó a los insultos en pleno vuelo antes de que las aeromozas retomaran el orden. Vendría un forzoso y forcejeado aterrizaje.

VII.- Algún filósofo con ánimo de agente de viajes, ocupó la tarde para hacer un cartel promocionando un hipotético “Campamento de Verano”. Es agresivo, contundente, falto de respeto y provocador. Plasma un tour para visitar El Pejecamp. Y a la fotografía de López Obrador le coloca peluca de payaso. Sarcástico, apunta los beneficios: deportes al aire libre, pláticas de embrutecimiento impartidas por expertos, amplias suites bussines class, y conciertos de música clásica. Y acude al diccionario cuando de descalificaciones se trata. Apto, dice, para: “Huevones, zánganos, parásitos, revoltosos, weyes sin oficio ni beneficio, vividores, locos, sicópatas, enajenados mentales, borregos, desequilibrados, ignorantes, tercos, atrofiados cerebrales, gente de poco criterio, frustrados, vagos, fanáticos y demás similares”. El creador, por supuesto, se coloca del otro lado: “Abstenerse –dice—personas trabajadoras, pensantes y que tengan libre albedrío”.

VIII.- Gabriela García incluyó sus comentarios, ácidos y excluyentes a las 5 de la tarde del 9 de agosto pasado en la misma página del PAN: “Mañana es mi descanso, y desde Puebla

haré un viaje a la ciudad de México para defender mi voto, los gastos son por mi cuenta, con lo que está en nuestras manos apoyamos la resistencia, con ropa, alimentos, agua, medicamentos, etcétera. No somos acarreados. No al puto fraude, voto por voto

casilla por casilla. Abran los ojos putos panistas, no son capaces de

llenar ni siquiera la plaza de la Revolución y durar más de 2 días, el pueblo está organizado y el pueblo paga y el pueblo manda. No dejaremos que nos impongan a otro pendejo llamado Calderón,

exigimos que se limpie el proceso electoral.

IX.- Alejandro Rodríguez tiene un amigo, Óscar, con quien ha pasado las noches más frenéticas de su vida y las leyendas audaces entre ellos giran de un lado a otro. Por supuesto se festejan en cada cumpleaños hasta caer literalmente muertos por el alcohol y los excesos. Pero tuvo que llegar el 2 de julio… Ese maldito día se incrementaron las batallas verbales. Óscar y su familia votaron por azul, y Alejandro vistió su sufragio de amarillo. Hace unas semanas Óscar se casó y Alex fue invitado a la boda. Nunca hubiera ido pues lo molestaron a tal grado que sus únicas ganas fueron las de abandonar la fiesta. No lo hizo. Prefirió, al despedirse, decir a la madre de su amigo: “Pues ojalá y la historia les dé la razón; porque nos esperan años cabrones…” Recapacitando días después se dijo: ¿Por qué perder una amistad por discusiones políticas? Mandó un mail a Óscar y así se lo expuso: no llevemos al fracaso nuestra amistad. Pero aquél no entendió y nunca más respondió al llamado de paz y hasta ahora no se ha comunicado. Alejandro pasó esta vez su cumpleaños solo, pisteando, “porque mis amigos son una bola de ojetes”. Y todo tras la malvada y cruel discusión por una silla presidencial que aún no tiene nombre.

X.- La crispación, a diferencia de cualquier otro momento político en México, ha encontrado un nuevo canal de difusión, el Internet. A través de la velocidad de la red, desde el anonimato que otorga el medio y el mínimo costo que supone, los seguidores de los candidatos han golpeado con todo a sus adversarios.

Los nombres de las páginas electrónicas, en que no aparecen direcciones físicas ni nombres asumiendo la responsabilidad de lo ahí publicado, son descriptivos de los propósitos:

Un México sin Pejendejadas”, “Entre Tres”, “No a AMLO”, “El Péjero Loco”, “México en Peligro”, “La página más anti-peje”, “AMLO-MALO”, “Pejendejo”, “AntiPeje”, “Yo no voté por AMLO”, “Chachalacas.org”, “El Falso Mesías, Contra López Obrador y “Antipeje.Net” son algunos sitios en que se difunde información y opiniones en contra de López Obrador.

En el sitio web Antipeje, en su sección de chistes, se gasta esta broma contra AMLO:

“El Peje, muy bravo manda llamar a Pepito y le dice:

– Oye me enteré de que estás diciendo por ahí que cuando me muera vas a escupir en mi tumba, ¿es verdad eso?

– No, eso es mentira, usted sabe que a mí nunca me ha gustado hacer colas.

En el portal “Falso Mesías” se hace la siguiente recomendación:

"En vista de que esta gente cree que son dueños de la ciudad y que pueden obstruir el libre transito en el DF, creo que la mejor vía para hacerles sentir nuestra inconformidad es lo siguiente:

“1- Compren en alguna tienda garrafones de agua de 10 ó 20 litros.

“2- Ábranlos y métanles sustancias como purgantes en polvo, cloro, ácido muriático, etcétera. Todo lo que no se pueda percibir fácilmente y les pueda afectar.

“3- Lleven estos garrafones (y si es posible, otra comida contaminada) a alguno de los siguientes lugares donde se reciben víveres: Centro de acopio del Zócalo, oficinas del PRD-DF y campamentos de Reforma

“4- Disfruten.

“Ya que en esta ciudad no tenemos autoridades, tomemos la justicia en nuestras propias manos. Ya basta de permitir que tomen nuestra ciudad impunemente, es hora de actuar."

XI.- Jackye Volköva vive en México, “en este pinche nido de ratas”, es “algo callada, un poco reservada, pero muy chévere con la gente que me cae bien, pero si me caen mal ni los pelo o los hago sentir una mierda”. Ella escribió en su blog: El diario de la Monarca de los Paramoloides: “Hace pocos días vimos cómo el Fecal le quito la presidencia al Peje en un fraude muy obvio. Pero no sólo eso, en el final del programa cómico El Privilegio de Mandar, vimos una mega pedrada contra AMLO donde se le criticaba el que no reconozca a ese pedazo de mierda como presidente. Yo, en cambio, sin dejar mi humor y aprovecharme de la situación, doy algunos consejos que deberíamos seguir para que se note nuestro desacuerdo: No pagar impuestos dentro de los siguientes seis años; portar a diario una playera amarilla, adoptar pejelagartos como mascotas, en uno de los "mítines" romper piñatas con forma de mierda, digo, del Fecal, arrojar sal en la puerta principal de la casa del "Jelipe", no consumir bolillos, ni cualquier tipo de pan, para los otakus perredistas: ir disfrazados de pejelagartos a las convenciones, irnos por seis años a otro país, que no sea EU ni Venezuela; o matar a Felipe Calderón… Nota: arrojar sal a una casa o a una persona, atrae malas energías y enfermedad para la persona contra la que se atentó”.

XII.- “¡Traidor! –confieso, le grité al automovilista que osó mentarnos la madre cuando pasó por Insurgentes y Reforma–. Esperábamos cruzar la calle y las señoras a mi lado, venerables y respetuosas, despotricaron en su contra: “Chingas a tu madre, cabrón. Bájate, hijo de Felipe y de tu pinche madre, bájate y te la rompemos …” Yo mismo no me pude contener. La escena, que se ha repetido en miles de ocasiones en estos días de plantón permanente, la atestiguaron algunos perredistas plantados sobre la avenida. El hombre desde su auto simplemente subió el cristal y abanicaba el brazo izquierdo en un insulto infinito, antes de que la luz verde del semáforo diera salida al conflicto… “Grr, qué coraje se siente”, argumentó una de las damas. Que te la mienten nomás porque sí; desgraciados…” Hubo alguno que pidió cordura: “Déjenlo, que nos insulte, pero no respondan a la provocación. Más coraje les da a los panistas vernos aquí. Y no nos vamos a quitar…”

XIII.- Desde hace algunos meses las cuentas de correo electrónico han sido bombardeadas por las tendencias ideológicas que dividen al país. Y se dan esgrimas verbales como éste.

Andrés Zambrano Reyes: “Muera el Peje. Viva México, no a las dictaduras, no al populismo, no a la ignorancia y desorden al gobierno, no al retroceso en México”.

Julián Rodríguez entonces pintó su raya: “Andrés, el odio, el insulto y la soberbia son los que acaban con la intranquilidad. Tus partidarios han enviado 40 millones de correos para infundir miedo y odio”.

XIV.- Un hombre con el nick de Luis Fernando, advierte que las páginas de internet no son totalmente puras. Existe una, en el sitio Gataso.com en la que tras soltar el cuestionamiento el 25 de abril de 2006, ¿qué es lo que más odias de Felipe Calderón?, apunta: “Ahí no dejan expresar libremente las ideas, bloquean todo lo que no les conviene, pónle Nazi, Sinarquista, títere de los banqueros, coronado de Wall Street, amante del Chile de Pinochet y lo bloquean, así que... Dado que creo en la libertad de expresión deberás omitir los insultos. Así, pueden leerse frases como: “No tiene proyectos orientados al bienestar general, es hijo de Luis Calderón, fundador del PAN, por tanto alumno de Schreiter, Nazi; no confronta a sus opositores, estudió Derecho, (umm, no lo sé), pero también Economía, es amigo de Wall Street, que tiene hambre de petróleo y él se los va a dar, es amigo de Brezinski y Kissinger, ama el librecomercio el cual ha deteriorado la calidad de vida, a cambio de competitividad.

XV.- Jorge Garza Aguilar llegó el 2 de agosto con su familia al lado poniente del puente que cruza sobre el Periférico. Llegó para ondear sus banderas blancas y reclamarle al jefe de gobierno, Alejandro Encinas, solicite licencia inmediata o lance a la fuerza pública en contra de “la peor gentuza” de la ciudad de México.
“Sonríe: vas a llegar tarde”, “¿Dónde está la ley?”, rezan las mantas con vistas colgadas a unos 300 metros de donde está la primera casa de campaña perredista: “Disculpe las molestias que esto le ocasiona. Estamos construyendo la democracia”, dice a la entrada del tendido puesto por el Movimiento Nacional de la Esperanza, un grupo compuesto con miembros del Frente Popular Francisco Villa.
Todos evitan el Paseo de la Reforma. Nadie pasa por Anatole France 26, en Polanco. Esa es la dirección de su casa y de su galería de arte, Grimaldi, se llama. El negocio quedó en suspenso el lunes 31 de julio, día siguiente a la instalación del plantón.
Vive en Polanco desde la infancia, compartida con las hermanas que ahora lo acompañan en la protesta.
El anticuario camina todas las mañanas con “el infinito desprecio” que los lopezobradoristas le ocasionan y se estaciona frente a la Fuente de Petróleos. Atraviesa las carpas de los manifestantes que viven en Azcapotzalco.
Observa a la distancia a la gente. Los detesta. Los detesta, pero son su causa vital de 10 de la mañana a 6 de la tarde. Todas las mañanas pasa a su lado para ir a su plantón en contra del plantón. Se va con su familia, incluidos los niños. Ya desarrolló un peculiar talento apara reconocer cuando un claxon empieza a tocarse con el ánimo de apoyarlo o de mentarle la madre.
“A una cuadra tengo los campamentos. Toda la noche cantan, gritan, parece que están de fiesta. Ya los vecinos estamos molestos, ya no los soportamos, no los aguantamos: el olor a orines, a grasa. No se puede tener eso en la Ciudad de México. Es una majadería que el señor regente (sic) lo reconozca, lo apruebe y dé todas las facilidades para que esta persona secuestre a la ciudad.

“Esta gente de seguro han de ser empleados de las delegaciones y del Gobierno del Distrito Federal. Es gente pagada, esa gente no es gratis. No es pobre, es clase media dueña de taxis piratas, de 20 mil historias que sabemos. Muchos son vendedores ambulantes. Es la gente más baja y más peligrosa de la ciudad la que trajeron. Son “Los Panchitos”, la gente más desagradable, ni vale la pena mencionarlos”
--¿Qué piensa de la idea “voto por voto”?, se le pregunta.
--Ya se contó y no se tiene que por qué volver a contar--, responde de bote pronto.
--¿Y del lema “por el bien de todos primero los pobres”?
--Utilizar la palabra pobre es ofender a los mexicanos. Los mexicanos tienen su forma de ser, no son pobres, es su estilo de ser. Hay gente que es muy sencilla y muy humilde, pero que tiene valores y principios. No tienes porqué proveer a la gente que tiene ciertos valores y ciertas cosas. Eso es hasta ofensivo para los mexicanos. Aseguro que muchos mexicanos no votaron por López Obrador, porque se sintieron ofendidos de que les llamaran pobres, porque ellos no se sienten pobres.
--¿Odia a Andrés Manuel?-- se le cuestiona a Jorge Garza.
--Pero mi odio es pequeño, es nada comparado con el que otros pueden tener--, dice con las venas del cuello resaltadas y los puños apretados.

XVI.- Una de las expresiones más publicitadas del odio que existe hacia Felipe Calderón, lo vivió él mismo a bordo de su camioneta cuando salía de una reunión con integrantes de la Alianza Sindical Mexicana. Un pequeño grupo, en realidad no más de diez personas, se acercó al vehículo del candidato panista y mientras su escolta empujaba a la gente, se escuchó, entre las porras de “voto por voto casilla por casilla”, frases plenas de enojo como estas: “¡Culero!”, “¡Ilegítimo!”, “¡Pinche neoliberal hijo de puta!”, “¡No vas a pasar hijo de puta!”, “¡Cerdo hijo de puta!”, “¡Cerdo espurio corrupto y marrano!”… Fue el martes 18 de julio y uno de los manifestantes alcanzó a golpear un vidrio y lanzar una patada a un costado del vehículo.

XVII.- Juan Salazar Romero mandó su comentario al foro panista a las 15:21 del 8 de agosto. Se lee: “Si existe el cielo y el infierno, Calderón y seguidores cercanos, tengan por seguro que los espera una muy dura y dolorosa condena por hijos de putas pecadores. ¿O qué? No que son católicos. ¿Y los que se portan así de mal no se los lleva el chamuco? Desde ahí están mal los panistas, ¿no es pecado mentir? No se dijo no robará. Puta madre, están jodidos, llenos de mierda. Calderón tienes una cara que si yo fuera igual de irracional e hijo de puta que tú me encantaría que la pisaran todas las botas huaraches y pies descalzos que vas a acabar de chingar tú y tu puto gobierno de mierda que de cambio no tiene nada. Ya más de veinte años con su modelo del cambio desde el PRI empezó, ¿o no? No se hagan pendejos…

XVIII.- Felipe J. Ramírez también tiene algo qué opinar; también se le recrudece el hígado a la hora de escribir. También atreve en contra de Felipe Calderón: “Para ser honesto y tener las manos limpias hay que parecerlo en todos los actos de la vida y no temer a la verdad, el voto x voto casilla por casilla es lo menos que se puede hacer para darle validez a una campaña del miedo y sucia como sus puercas manos. Pero en fin que se puede esperar de mochos de pacotilla que lo único que se van a llevar cuando se mueran será solamente un puño de tierra….”

XIX.- Los calderonistas también envían correos electrónicos en que invitan a reconocer si el destinatario del mensaje es amlista: “¿Tú mamá es sirvienta o prostituta?” o “¿Vives en Ciudad Neza o eres prietito?”, cuestionan.

XX.-Claudia Patricia Mora tiene nuevos problemas familiares. Ella se dedica a las labores periodísticas y no ha sido sencilla la vida al lado de Francisco Cruz, quien es un genial técnico en electrónica con un local en la colonia Narvarte. Ella aborrece al Peje y a todo lo que de su cabeza emane: pero no se lo dice a su marido, porque él en lo único que piensa cuando de su cabeza salen los electrodos y las conexiones, es en cómo apoyar al candidato de la Coalición por el bien de todos. No discuten de política, para no llevar el pleito a la alcoba pero ella no duda, con sus amistades, en despotricar todo lo que se vista de amarillo. El día de la primera asamblea informativa de AMLO en el Zócalo Francisco bajó temprano la cortina de su negocio y encaminó sus pasos al Zócalo capitalino. Fue uno entre miles que escuchó las palabras de su líder. Claudia Patricia no le reclamó, pero todos sus amigos saben que ese es un gesto “que jamás tendría conmigo. Si yo le pido que cierre temprano, ni caso me hace…” En estos días postelectorales muchas razones maritales tiene para seguir odiando a Andrés Manuel.

(Humberto Padgett contribuyó a la investigación de varias de las estampas)

Wednesday, August 23, 2006

Los rostros de Ciudad Bloqueo


Por Pedro Díaz y Fátima Monterrosa
Fotografia Jaime Boites


1 Hace un año la vida se le escapaba. Corrió cuatro cuadras con la garganta reventada y el borbotón incontenible de sangre. Lo habían asaltado y aunque desarmó a dos de los ladrones, pues eso le enseñaron en sus clases de kombat, el tercero le soltó el disparo a bocajarro antes de huir a bordo de un automóvil. El patrullero al que pidió ayuda sólo movió negativamente la cabeza antes de acelerar y perderse en la penumbra de la colonia Ramos Millán. Juan José Hernández moría, pero un taxista, primero, y un practicante en el hospital de la Villa, después, le devolvieron la esperanza. Con dos grandes cicatrices hoy estudia en la Vocacional 5 y junto con sus amigos todos los días viene a apoyar en su grito permanente el voto por voto. “Si Dios me dio otra oportunidad, quiero trascender, cambiar al país. No creo que haya algo mejor que entregar la vida por una causa. Esta es la mía”.

2 Le decían El Gallo de Oro, llegó alguna vez a salir en la tele, ha recibido premios por sus composiciones musicales y se acuerda de las luchas verdaderas, de fuego y sangre, de la izquierda de los años setenta. Se llama Sotero Vázquez, “el amigo de todos”, habla tzotzil, seri, zapoteco, maya y totonaco. Andaba en Zacatlán, Puebla, y sus pasos, que alguna vez lo llevaron a las disqueras CBS y Orfeón, hoy se estacionan en el Primer Cuadro de la ciudad. Canta, y aunque la voz se desgarra cada día, su temple lo mantiene en pie de lucha. “No conozco de política –advierte–, pero sé que nos robaron los votos. Y sé que el hombre es inteligente, tiene tecnología, tiene dos manos”… Recuerda cuando alguna vez en la fábrica trabajó contando agujas, “que son más chiquitas. Cómo no vamos a poder contar los votos”.

3 A doña Paula Guerrero no le importó cerrar el puesto que tiene en el mercado de la colonia Obrera. Ahí vendía unos 50 kilos de pollo diariamente. Pero hace una semana decidió bajar la cortina y venirse “p’al plantón…” A sus 42 años tiene que buscar sola el sustento para sus tres hijos adolescentes que cursan preparatoria y universidad. “Nos ayudamos todos, hay solidaridad con todos los compañeros. Dejé mi puesto porque esto es muy importante, es ahora o nunca. No nos podemos dejar, no podemos dar un paso atrás”. Con un canasto en las manos y acompañada de sus hijos, diariamente toma una pesera en la colonia Obrera para trasladarse al Zócalo. Y algo del pollo que antes vendía, ahora lo distribuye entre sus compañeros.

4 Guadalupe Salinas Morán es un mecánico operador de maquinaria pesada con mucha experiencia en movilizaciones sociales en el estado de México. Dejó de percibir dos mil pesos cada semana en las empresas constructoras a las que presta servicio para trasladarse al movimiento de resistencia civil, algo que para él no es nada nuevo, pues lleva 25 años apoyando a los movimientos de izquierda. “He trabajado para compañías mineras, para Caterpillar y actualmente estoy trabajando por la patria”. Desde hace ocho días dejó su casa en Ecatepec y se traslado al Zócalo. Todas las noches monitorea la radio y la televisión para enterarse de las noticias. En el campamento realiza labores de información a través de parodias cómico-políticas.

5 Alfredo Hernández llegó por la noche. Convencido, este campesino cuyas tardes ocupa para la siembra del maíz, del frijol y del ajonjolí, se expresa mucho mejor cuando sostiene con ajadas manos la guitarra y de su voz salen todo tipo de sones en lenguas diversas. Vino desde Huautla, en Hidalgo, y asegura que el mensaje de sus ocho hijos para la gente de la ciudad fue una serie de besos que no acaba de repartir. Posee ese encantador brillo en los ojos que presagia el triunfo y su sonrisa se contagia tanto como su música. “Es por el partido y es por la patria”, balbucea en su español casi ininteligible. Es huasteco y dice que no vino por tortas, como le han dicho. “Vine por mis huevos y los de mis ocho hijos”.

6 A sus once años, Omar Navarro Ramos no conoce tan bien la política como la pobreza. Desde el 30 de julio llego con su tío y un grupo de mineros desde Lázaro Cárdenas, Michoacán. Omar dejo a su madre y a sus hermanos para conocer de cerca a López Obrador, por ello le pidió a su tío que lo trajera a la ciudad de México. Diariamente recorre todos los campamentos. “Para aprender más de la lucha social”, dice, porque la pobreza la ha vivido en carne propia. Y ahí, entre caminata y caminata, Omar aprovecha para hacer amigos, jugar al dominó y acometer sus primeras partidas de ajedrez.

7 El frío no doblega a esta tropical mujer que a medianoche, escoba en mano, limpia el campamento donde descansan decenas de tabasqueños. Sus compañeros tiritan sobre colchonetas y pedazos de tablas. Ella usa una blusa sin mangas y pantalón corto como si la temperatura de una noche fría y lluviosa en la ciudad de México fuera similar a la de su natal Nacajuca. Martha Aguayo Magaña, sin soltar la escoba, nos dice: “Estamos barriendo para que se vayan los malos espíritus de Calderón. Estoy aquí porque quiero defender mi voto, porque es sagrado”. Por su buena sazón para la comida es la encargada de preparar los alimentos en el campamento. Se acuesta después de la medianoche, cuando todo queda en orden y se levanta a las cuatro de la mañana para preparar a “los chocos” sus frijoles refritos, plátano machacado, puchero y el tradicional pozol.

8 Los cuatro hijos de Catalina Chávez Vázquez se dan sus vueltas por los campamentos cuando acaban de trabajar, cuando vuelven de la escuela o cuando les queda un tiempo libre. Ama de casa, ella ocupa todo su tiempo plantada en una de las carpas que pintan de amarillo la ciudad. Pica ajos y cebollas. Está convencida del fraude, y por eso, a la vez que condimenta el jitomate para dar de comer a sus compañeros, se cuestiona: “¿Si de veras creen que Calderón ganó las elecciones, por qué se oponen al recuento del voto por voto”. Y mientras, los aromas que de sus manos salen inundan de compañerismo el ambiente.

9 José Antonio Cruz carga un portafolio y viste de impecable traje. Es abogado. Firma una de las muchísimas cartulinas que en 8.5 kilómetros mandan su apoyo al candidato de la Coalición. “Toda acción produce un efecto, y la reacción lógica a un fraude es la movilización en las calles”. Está convencido de que la gente se cansó de los engaños. “Me toca ver como abogado cómo el sistema no funciona; he visto la desigualdad, me entero de cómo son atrapados los narcotraficantes, los que ostentan el poder, y tras anomalías en el proceso se les deja libres”. Jura que en el ámbito legal muchos de sus compañeros apoyan la nueva causa que pretende modificar las reglas en este país.

10 La niña que vive en su vientre ya tiene nombre: Simone Montserrat, que desde su casi plena gestación algo percibe de ese ambiente irregular en la ciudad de México. Estela tiene otra hija, Frida Libertad, que a sus siete años de cuando en cuando la acompaña en el plantón permanente que tiene a su madre en los campamentos. Estela Damián Peralta tiene casi nueve meses de embarazo y no se irá de aquí, asegura, hasta que lleguen los dolores de parto. “Porque hay que educar con el ejemplo” y a Frida le enseña tangiblemente los muchos Méxicos que existen en este país, aboga por el derecho de elegir libremente a sus gobernantes, y se pregunta de qué le serviría estar encerrada todo el día en su departamento “cuando sabes que el país no está nada bien”. Cree en ese halo de misticismo con el que se mira a su líder, Andrés Manuel, quien, dice, como ella está dispuesta a dar la vida por una rebelión pacífica que termine con la desigualdad. Estela es diputada electa por el distrito XI del DF y si algo pide, de ambos bandos, es “tolerancia”, dice mientras espera la llegada de Simona Montserrat.

11 “Debemos luchar por un cambio. AMLO supo gobernar y por eso estoy consciente y convencida. Por eso le doy mi apoyo, por su carisma”. Ella se llama Isabel Hernández y vive en esa zona de Tacubaya en la que una cuadra divide a dos mundos: “En una colonia de cinco cuadritas, que se llama Lomas Hidalgo y está atrás del Hospital ABC y del Colegio Americano”. Creció en una casa paterna en la que no se hablaba ni de futbol ni de política, sólo de religión; ahora conoció la lucha social, primero porque se acercó a una Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (Uprez) y con la autogestión urbana adquirió una vivienda. Y si algo le choca es que le digan naca: “¿Qué, ser pobre es ser naco? ¿Luchar por el derecho a la educación es ser naco?, ¿hacer rebozos, florecitas, enseñar a los niños a hacer manualidades es ser naco? Pues entonces sí, soy una naca feliz por estar aquí”.

12 Jonathán Alvarado tiene dos pasiones: las Chivas del Guadalajara y el movimiento por un país mejor. De no estar bajo estas mantas todo el día, acompañando a la gente, apoyando en lo que se ofrezca, andaría pidiendo trabajo o vagando en las calles de la delegación Venustiano Carranza, donde vive. “Apoyo la causa porque fue el de Andrés Manuel el discurso que más me convenció y porque aquí he conocido a gente con muchas ideas. Y sí, estoy seguro de que valdrá la pena, porque no nos vamos a rajar, no nos vamos a ir, no vamos a ceder, pues si una idea sobresale entre todas es la certeza de que nos engañaron y de que, juntos, podremos obligarlos a que cuenten cada voto”. Quisiera ser diseñador gráfico, pero dejó la prepa y hasta antes de esta semana pasaba la vida buscando trabajo “o vagando por las calles”.

13 Antes de abordar el camión que lo traería a la capital del país, don Francisco Pérez Mateo dejó un encargo a su hermano Benito: su terreno con la siembra de maíz, sus ocho hijos, sus 30 nietos y sus ocho bisnietos. “Ahí te los encargo…”, le advirtió y junto con un nutrido grupo de compañeros salió de Macuspana, Tabasco, hace más de una semana. Los 78 años que lleva a cuestas no le impiden participar en los actos de protesta que se realizan en las dependencias gubernamentales. “Estoy viendo la injusticia que le están haciendo a este hombre. Yo estoy luchando por esta causa, por mis nietos y bisnietos, porque lo que yo pasé fue muy duro”, dice el campesino que en su terreno de tres hectáreas también siembra camote, yuca, macal, plátano y jícama. “Dejé mi milpa que ya estaba madurando, se la dejé a mi hermano, que también vendrá a México cuando yo me regrese”.

14 “A mí, como joven, lo que me encabrona es la hipocresía de los otros partidos. Ver a Felipe Calderón me revuelve el estómago. Y nomás oigo las pendejadas que dicen y las únicas ganas que me quedan son de venir a colaborar con los perredistas, porque yo soy independiente y ciento por ciento apoyo al PRD”. Paulina Herrera hace dupla con su padre, que es fotógrafo. Y uno muy bueno, porque en las manos sostiene la fotografía panorámica que a cambio de cien pesos podría dar fe, en cualquier pared, de que vistos desde lo alto del Zócalo capitalino, son miles los que atienden a su líder en la tercera asamblea informativa. “Estoy aquí porque ya me cansé de que en mi país caigan a la cárcel sólo los más pendejos, pues los verdaderos rateros andan libres, los muy hipócritas”.

15 Montserrat Navarro termina sus clases de ciencias de la comunicación en la escuela particular que la tiene becada y parte rauda a los campamentos. Y a pesar de que al principio sus compañeros de La Salle la veían con recelo, “poco a poco, con lo que les cuento, con las experiencias que aquí se adquieren y que les llevo hasta la escuela, ya también se están organizando y me piden un espacio para tocar con el grupo de rock, o me dan dinero para que les lleve pulseras en apoyo al movimiento”. Se cuestiona por qué hace seis años, a las once de la noche sabíamos que Fox sería el presidente de México, y ahora no salen con esto. Por qué le dicen a Andrés Manuel populista “cuando el personaje más populista que he conocido ha sido el propio Vicente Fox”. En casa, asegura, “nadie se hace cargo de mi abuelita, sólo López Obrador, que cada mes le deposita un dinero…” Y tiene un amigo de la Ibero que incursionó en los medios de comunicación, siguió la campaña del candidato panista y ya está haciendo su tesis, cuyo solo título la anima a continuar en la batalla: Cómo Calderón perdió las elecciones.

16 Modesto May Bacae, indígena maya, juntó un poco de dinero con la venta de su producción de maíz, calabaza, pepino y chile habanero y le dijo a su mujer que cuidara bien a sus seis hijos porque venía a la capital a apoyar a López Obrador. “Dejé mi mujer y mis tierras, pero estamos aquí por una causa noble, luchando para ver si se puede dar la democracia en México”, dice en un español poco entendible el descendiente de los mayas que llego desde Tixmeac, Yucatán.

17 José Alfredo Balmaceda, alias El Caifán, dice que proviene de la zona residencial de las Huertas en la ciudad de Aguascalientes y que su oficio es soldador. Con sombrilla en mano para taparse de la fina lluvia que rocía la plancha del Zócalo, realiza rondines nocturnos de vigilancia hasta las cuatro de la mañana. “Los empresarios son muy codos, no pagan bien, nos quieren pagar 500 a 600 pesos a la semana; ya basta de injusticias. Y a mi edad, que ya paso los 60 años, nos quieren explotar más”.

18 Feliciano Aboites Aguilar es propietario de una pequeña empresa familiar, Confecciones Aboites, donde se elaboran uniformes de trabajo y servicios de restaurantes, y camisetas. Desde hace más de una semana dejó el negocio en manos de su esposa y sus dos hijas para que lo suplieran en el oficio que desempeña en su empresa: cortador y diseñador. “Cuando se me termine el dinero me regreso por más y el producto de mi empresa lo voy a invertir en esta lucha. No podía faltar”, dice este hombre de 60 años que nació en el DF pero que –dice– por ser un perseguido de los gobiernos priistas se refugió en el estado de Aguascalientes. Presume que participó en los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971 al lado de su maestro de ingeniería en la UNAM, Heberto Castillo. Y recuerda que denunciaron públicamente ante la Secretaria de Gobernación al mandatario priista de San Luis Potosí, Florencio Salazar Martínez (1985-1987) de traficar drogas y proteger narcotraficantes. Y como respuesta recibieron amenazas de muerte y persecución por parte de los funcionarios priistas y los narcotraficantes. En los campamentos instalados en el Zócalo realiza labores de vigilancia e información. “Le enseñamos a los compañeros que menos saben, mi función es politizarlos y, si puedo, ideologizarlos”.

19 Antonia Sánchez advierte: “Pero publiquen que nadie nos paga por venir a defender nuestro voto. Y si alguien lo asegura, que nos diga dónde, para ir a formarnos...” Antonia tuvo un hijo, pero acaba de morir y le dejó un encargo muy especial: dos nietos. Porque de dignidad los quiere empapar duerme en esta zona tomada por el ejército popular perredista. Ama de casa, “quiero que mis nietos sean libres, que vean que en su país la que manda es la voluntad del pueblo. No le importa estar a tamales y agua si la causa es justa. “Confiamos en López Obrador, estoy con él desde lo del desafuero y estoy dispuesta a no moverme de aquí hasta que las autoridades nos den la respuesta que esperamos”.

20 Rubén Contreras Puentes permaneció tres días en la plancha del Zócalo y decidió regresar a Zacatecas para movilizar más personas en apoyo a López Obrador. Antes de abordar el camión que lo lleva de regreso, el maestro universitario dice que tiene la misión de traer a 40 personas más. Y aunque llegó acompañado, se va solo. Su esposa y su hija se quedarán en el campamento para proporcionar información, dar apoyo y animo a los campamentos de otros estados. “Con mi salario pago mis gastos, ya se me acabó el dinero, traía 400 pesos, voy por más dinero y más gente que quiere estar en el movimiento”.

21 Llegaron desde el municipio mexiquense de San José Villa de Allende en una pick up de los años ochenta que les servirá de dormitorio durante una semana. Son cinco mujeres y un hombre que cerraron su negocio de artesanías y emprendieron el viaje a la capital del país para unirse a la resistencia civil. Andrea Hernández Martínez y su esposo, Celerino Sánchez, salieron de su comunidad acompañados de su comadre Catalina Pérez Mata y otras tres vecinas. Prepararon frijoles, huevos duros, arroz, salsa, chicharrón y tortillas para el camino. Llegaron casi a la medianoche y estacionaron su vehículo en la Plaza de la Constitución a la altura de la avenida 20 de Noviembre.

22 Su voz conmueve, paraliza. Obliga a quien la escucha a perder varias horas de su tiempo en el embeleso de un tenor que se regala todos los días a la una de la tarde en el entronque de Madero con Plaza de la Constitución. Su nombre es Alejandro Usigli y cuando concluye su presentación la gente se acerca a estrecharlo. Es hijo del dramaturgo Rodolfo Usigli. Ha sido durante muchos años promotor cultural y aunque sabe no muy bien trazado el proyecto perredista en este sentido, está convencido de que debe ser amarillo. “La cultura ha sido muy marginada en los últimos 25 años, sobre todo en los últimos seis. Y estamos convencidos de que con Andrés Manuel se abrirían los cauces para que la cultura no sea elitista y se contagie de pueblo”. Si algo odia es que las instituciones creadas por Vicente Fox no funcionen. “El Instituto Nacional de las Mujeres no ha defendido, no ha levantado un dedo, es más, no se ha pronunciado por la más digna que tenemos: Lydia Cacho. Igualdad, justicia y una mejor calidad de vida, es lo que nos trae hasta acá”.

23 A sus 28 años, Adrián Juárez cursa el quinto semestre de bachillerato en Durango y para el futuro aspira a ser “un luchador social” o un “buen político” del Partido del Trabajo. Con un look a lo Che Guevara, este joven de clase media fue comisionado para vigilar por las noches la puerta del campamento donde descansan sus compañeros de lucha, que en su mayoría militan en el PT, ahí, en la calle de Madero.

24 José Manuel Ángeles Hernández llega al campamento del distrito ocho de la delegación Cuauhtémoc a partir de las 18 horas para desempeñar actividades de logística y vigilancia. Arquitecto, desempeña labores como Jefe de Unidad del Departamento en la delegación Cuauh-témoc, acude diariamente a ofrecer sus servicios una vez que concluyen sus horas laborales.

25 Se consideran Los Abandonados: Ofelia Páez Cedas, Clemente Tepatlan y su pequeño hijo Modesto llegaron desde Rosario Chichiquila. Dejaron sus tierras, que ya poco producen en la sierra poblana. Llegaron con un grupo de 30 indígenas donde todos tienen algún parentesco e integran la organización Unidad Nacional Anahualt. “Venimos para lograr lo de la democracia, estamos abandonados en la sierra, no nos hacen caso para nada, venimos para ver si hay justicia, siempre los pobres son los que nos dejan fuera, por eso apoyamos Andrés”. La indígena que apenas aprendió a leer y escribir se queja de algunos tratos que reciben de parte de los coordinadores de los campamentos. “Estamos sufriendo aquí desde hace una semana, no nos querían dar cobija porque no teníamos identificación, hasta que les exigimos, nos dieron”.

Tiritan de frío al tratar de cruzar una de las avenidas en busca de los sanitarios que se encuentran a un costado de la catedral metropolitana. Son José Valencia Ambrosio y dos compañeros más que recientemente llegaron de Coyutla, Veracruz. Tiemblan desde los pies a la cabeza. La brisa de la noche traspasa las camisas y pantalones de manta que visten y los huaraches que calzan. Los indígenas totonacas que perciben 150 pesos semanales con la venta de chile aseguran que el frío que sufren en la capital del país no hará mella en su lucha.